Es durante estos días que se vive un momento decisivo y maravilloso en los viñedos: la poda invernal para que la planta siga creciendo sana y productiva por los próximos años. Consiste en elegir qué yemas se quedan como promesa de vida para la nueva cosecha.
Éste es un momento único que representa una pausa en los viñedos; un guiño a la añada anterior. En una mirada, antes de cada corte, vemos condensada la vida de cada planta. Entendemos con qué cuenta, qué necesita y apostamos por su crecimiento renovado.
La poda es el umbral de transición a una nueva añada. Cada corte es un nuevo comienzo. Leer el artículo completo en el link abajo.
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