Texto por Gabriela González

Al misterio que habita en cada cosa, esta carta es para ti: para todo eso que no veo, que no entiendo, para lo que desconozco o no imagino; para aquello que no tiene explicación y para lo inmanente del misticismo; para aquello que la ciencia de hoy todavía llama supranatural, esotérico o pseudociencia. Es para la magia, la alquimia, la clarividencia, los sentidos no catalogados ni considerados inherentes al ser; para la intuición, la sabiduría interna, la sanación y la evolución personal. Para ese esfuerzo del ser humano por estar en el mundo desde un lugar de consciencia más amplio que lo que nos fue dado.
Es para ese gran misterio que nos hace abrir los ojos cada mañana y recordar: funcionar, pensar, hablar, tocar, probar, sentir, respirar, caminar… y que cada órgano cumpla su tarea, que cada célula se organice con delicada perfección gracias a una inteligencia indescriptible, y que podamos amar.
Esta inteligencia de la Naturaleza, esa fuerza que aglomera la materia, esa coherencia que sublima nuestro pensamiento en miles de formas de comunicar, observar, percibir e integrar… me asombra por su genialidad, diversidad y creatividad infinita. Y es a esto, a todo esto, a lo que una imagen de cromatografía me abre las puertas: en cada papel hay la posibilidad de profundizar, conectar y cohesionarme con esa expresión de vida que revela lo oculto.
Con un poco de consciencia frente a la inmensa parte que aún desconocemos, se han logrado tantos avances científicos y metodológicos. Entre ellos, esta maravillosa técnica: La cromatografía. Dejar que una disolución de materia orgánica se expanda en un papel sensible, reaccionando con otra sustancia fotosensible, para manifestarse en gradientes de color según la densidad de sus moléculas. A través de este gesto, podemos intentar descifrar lo innombrable: las relaciones, los tejidos, el código que crea al bicho, al olor, al sabor, al mineral, a la proteína y su condición.
¿Que es una cromatografía para mí? Es un convite a leer y observar entre los pliegues del papel y la vida. Capa tras capa, de lo burdo a lo sutil, dejándonos asomar al enigma que los hizo así.






